Chilcuague es la sabiduría que ha sido transmitida de generación en generación. Su historia se remonta a los años 60, cuando un auténtico conocedor de México y Guanajuato, Don Juan José Torres Landa, compartió momentos especiales con Chilcuague, un descubrimiento que surgió tras su encuentro con la magia de la raíz.

Este conocimiento fue heredado a un amante apasionado de nuestra tierra, alguien que tenía un profundo respeto y amor por México, su gente, sus tradiciones y su cultura, Juan Ignacio Torres Landa, quien exploró el 94% del país, maravillándose con la historia, la flora, la fauna y la gastronomía de cada rincón. Él compartió el sabor y la esencia de Chilcuague con sus hijos.

En el año 2013, este legado trascendió las fronteras de la tierra que lo vio nacer. Fue entonces cuando decidimos rendir homenaje a él, permitiendo que el mensaje de la Raíz de Oro se compartiera con el mundo entero.

Chilcuague anhela crear conexiones, preservar los bellos recuerdos y fortalecer nuestra esencia interior para que podamos disfrutar plenamente de la vida. Este legado emana del amor y se ofrece a todos ustedes con la promesa de que están a punto de descubrir algo verdaderamente excepcional.

Chilcuague te invita a descubrir una nueva forma de saborear la vida. Permítete ser transportado a un lugar íntimo contigo mismo, donde puedas disfrutar plenamente y nunca dejes de compartir estos momentos especiales con quienes más quieres.